Este artículo está tomado íntegramente del módulo 1 Inmersión en los Entornos Virtuales de Aprendizaje, en https://snte.declara.com/class/605019/page/605028
2.1 Leer y escribir en el mundo digital
¿Afectan las TIC los modos de leer o escribir? Deberíamos considerar que toda tecnología que aparezca después de otra, probablemente, la impactará de algún modo. Eso ha ocurrido; ¿un ejemplo? la incorporación de herramientas variadas ha alterado el modo en que usamos otra tecnología milenaria -la escritura- a punto tal que hemos adaptado las formas, el tamaño, los trazos y más. Es esperable que las nuevas (un teléfono móvil, por ejemplo) hagan lo propio. Al respecto, Emilia Ferreiro[1] afirma enfáticamente:
“[...] Internet, correo electrónico, páginas web... están introduciendo cambios profundos y acelerados en la manera de comunicarnos y de recibir información. Y eso es fascinante para cualquier estudioso de la lengua y de los cambios lingüísticos. Pero esos instrumentos no son "democráticos" por sí mismos (tanto como el alfabeto no es democrático, en sí mismo). Exigen, en cambio, capacidades de uso de la lengua escrita más flexibles que las que estábamos acostumbrados a aceptar. Hay nuevos estilos de habla y de escritura que están siendo generados gracias a estos medios. Saber navegar por Internet ya forma parte de los objetivos educativos declarados o en vías de declaración. ” [2]
La escritura es, en este ámbito, mucho más que un modo de comunicación. Es el vehículo por el que nos relacionaremos constantemente. Será, asimismo, nuestra voz, de allí que habrá que atender al respeto de las normas gramaticales, la claridad y la adecuada selección de vocablos. Del mismo modo, conviene evitar las digresiones porque suelen impactar negativamente.
Si bien en esta modalidad son frecuentes las imágenes y el uso de intensificadores[3] (como negrita, bastardilla, el color o resaltado y hasta el tamaño), la utilización moderada redunda en su objetivo al destacar aquello que se busca y en la oportunidad adecuada.
Tan importante es el modo con que nos manejemos con la expresión en ámbitos virtuales, que el conocimiento y respeto de diez reglas - conocidas como netiquetas- colaborará para sostener un espacio de cortesía.
¿Qué son las netiquetas? Son normas que buscan moderar las intervenciones en la red. Nos recuerdan que detrás de la pantalla hay personas como nosotros, que merecen el mismo tratamiento que también esperamos. Nos obligan a prestar atención al tono de la comunicación, ya que podemos ser tan efusivos en el decir que resulte ofensivo para alguien.
La Web 2.0 ha potenciado tanto las posibilidades que, con conectarnos y buscar algo que necesitamos (investigar, arreglar, comprar, estudiar, y más) , pone a disposición numerosas alternativas. Estamos, por lo tanto, a un clic de distancia para acceder a eso y consumirlo, usarlo, aprovecharlo. Como consumidores adoptamos una posición pasiva y de aceptación en cuanto a lo disponible y nos adecuamos a la oferta; así, consultamos la cartelera de cine, compramos en línea, descargamos bibliografía y hasta miramos películas.
Pero, si además de mirar un video, lo comentamos brevemente o realizamos reseñas críticas y participamos de debates, nos transformamos en prosumidores (neologismo creado para marcar esa tendencia a producir y consumir). A diferencia de lo que ocurría hace unos años, el ciberespacio pone a disposición numerosos ámbitos para poder interrelacionarnos (las redes sociales, participaciones con comentarios en algunas publicaciones periodísticas y muchísimos otros sitios); en la medida en que los aprovechamos (dando puntos de vista, aportando experiencias), pasamos a ser prosumidores. Al respecto, González Guerrero y Rincón Caballero[4] señalan que:
“[...] la dimensión característica del prosumidor, convoca una acción de empoderamiento, cuyo valor intrínseco radica en la defensa de los derechos y valores del respeto a la acción ciudadana de transformar su entorno y mejorar la calidad de vida. El ciudadano común, el experto, el profesional e inclusive las personas con limitaciones, son capaces de transformar y aportar al desarrollo socio-cultural, por ende, el cambio de rol de simple receptor debe ser gradual, conforme su participación creativa, sea medular en la acepción de libertad de expresión e intervención ante aspectos que entran en detrimento en la dinámicas éticas, políticas y estéticas”.
Es la web 2.0 que, cada vez más, nos permite lo que hemos planteado y , como valor agregado, ser productores. Ese material que consultamos para aprender a usar un software o arreglar algo de la casa ha sido creado por alguien, con el objetivo de ayudar, de allanarle dificultades a quien lo necesite. Y no solo eso, cuando escribimos para otros, por ejemplo, abriendo un blog para comunicar nuestras ideas o intereses , también. No es necesario ser un experto para poder hacerlo sino animarse a probar, a equivocarse y seguir intentando. A usar materiales disponibles y reaprovecharlos. ¿Y si no sale como queremos? Siempre hay alguien que se anticipó, subió una ayuda y podremos hallarla usando el buscador.
Retomemos la cuestión de ser prosumidores: ¿Podemos ser prosumidores los docentes? Por supuesto que sí y estamos seguros de que- de alguna forma- ya lo son. Los invitamos a que observen los videos que están disponibles AQUÍ
En síntesis, que un docente sea prosumidor supone la implementación de tres etapas importantes y necesarias, que serán posteriores a la formulación de un objetivo:
➔ la decisión sobre un tipo de diseño o formato a utilizar,
➔ el modo en que el contenido será transmitido y
➔ la evaluación en función del logro buscado y obtenido.
Como ven, no se trata de adornar digitalmente una práctica tradicional sino -por el contrario- de promover otro tipo de acercamiento didáctico que promueva la reflexión crítica, la participación y la creación contextualizada.
2.3 El e-portafolio
Poder mostrar el proceso de aprendizaje por medio del trayecto recorrido es uno de los objetivos de la evaluación y una aspiración que contempla no solo un producto sino también cómo se ha ido construyendo. Supone un proceso de recopilación, selección de materiales que den cabal muestra de ese aprender haciendo, en función de los objetivos previamente indicados.
En la actualidad es posible implementarlo digitalmente y, en ese caso, se lo conoce como portafolio electrónico o e-portafolio (o e-portfolio) y es, en definitiva, en palabras de Elena Barberà (y otros)[5]:
“[...] un sistema de evaluación integrado en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Consiste en una selección de evidencias/muestras (que forman un dossier o una carpeta) que tiene que recoger y aportar el estudiante a lo largo de un período de tiempo determinado y que responde a un objetivo concreto. Estas evidencias (certificados acreditativos, fragmentos de películas, entrevistas, actividades académicas, apuntes, trabajos de asignaturas, entre otras) permiten al alumno demostrar que está aprendiendo, a la vez que posibilitan al profesor un seguimiento del progreso de este aprendizaje.
Las evidencias tienen que acompañarse de una justificación y una reflexión del estudiante, en que ponga de manifiesto la relación entre la evidencia y el aprendizaje. Estas contribuciones le ayudan a tomar consciencia de qué y cómo va aprendiendo, al mismo tiempo que le permiten regular su proceso de aprendizaje y de estudio. Esta cualidad de reflexión constante sobre el propio aprendizaje convierte el portfolio en un sistema de evaluación coherente en el marco de la evaluación continuada y formativa (Coll et al., 2004).”
Arriba mencionamos estapas. Murillo Sancho[6], a diferencia de Barberà, considera cinco, en lugar de cuatro. Ella incluye una fase de diseño en la que se decidirá sobre:
“[...] su estructura, seguimiento, presentación, otros. Es medular la respuesta preliminar a dos asuntos: ¿qué se trabajará?, dimensiones, ejes, contenidos; ¿por qué?, las razones por las cuales se desarrollará el portafolio, la finalidad, el propósito, las metas, en fin, dependiendo del enfoque de la persona que lo desarrolla (docente o estudiante); asimismo, se establecerá la planificación general. Se decidirá sobre el formato, el tiempo de desarrollo del portafolio, las actividades que se articularán, y otros”.
Nosotros ahora nos vamos a ocupar de los otros momentos:
Es evidente que el proceso de concreción provoca un cambio importante en el rol docente; ya no es quien propone sino que es el evaluado -en directa vinculación con la información de qué se evaluará o qué competencias se verificarán- quien debe decidir cómo y con qué lo hace.
En este sentido, siguiendo a Fernando Santamaría, las ventajas que este tipo de herramienta facilita son múltiples y claramente identificables, tal como él mismo lo muestra en esta infografía.
2.4 El blog como e-portafolio
Mencionamos que la construcción de un portfolio requiere de la comprensión del fenómeno que se desea mostrar y, por lo tanto, requiere de habilidades de observación, decodificación, análisis y síntesis; asimismo, para poder realizar una selección relevante, hará que se pongan en juego habilidades de discriminación y valoración. Por último, la justificación de todo, habilidades de composición y argumentación. Es, consecuentemente, un proceso complejo pero muy útil porque insta a la mayor participación del proceso de aprendizaje y a la metacognición. Barberà (2005)[7] señala, a modo de orientación, sobre qué se puede aplicar:
“[…] algunas de las muestras de su práctica educativa incluidas en el portafolio pueden ser sobre: planificación de las clases, establecimiento de responsabilidades como profesor o tutor de un curso determinado, actividades representativas o proyectos de innovación, correcciones de ejemplares de trabajos escritos, resúmenes de la asistencia a congresos o cursos de interés, grabaciones de clase, las mejores producciones de los alumnos, etc. Por su parte, el portafolio de centro contiene documentos de carácter general que certifican la calidad de la institución, entre los que tienen una especial mención: las decisiones resueltas por los profesores, sus procedimientos de comunicación, el seguimiento de los alumnos y documentos relativos al desarrollo de la organización y la gestión del centro […]”.
Retomemos la cuestión del diseño.
¿Qué podemos usar para hacer o pedir un e-portfolio?
Tenemos que considerar que lo importante es su contenido, sin embargo, deberemos contemplar algunos aspectos en función de la experticia y el objetivo: Bien podríamos utilizar una presentación de diapositivas, un mix entre video y documento, alguna de las opciones que brinda la web como eduportfolio , e-portfolio o un blog. (también llamado bitácora o weblog).
Justamente es esta última utilidad la que van a aprovechar como EVA.
Probablemente sepan qué es un blog, no obstante, conviene que revisemos algunas de sus características más generales:
- es una publicación online gratuita, ofrecida por un sitio web
- puede tener varios autores y/o administradores o uno solo.
- su organización es cronológica (lo más nuevo suele aparecer primero).
- admite la participación de los lectores, por medio de comentarios
- permite incorporar múltiples herramientas digitales
- están diseñados para que el usuario creador y/o navegante no tenga mayores dificultades en su aprovechamiento.
Todas estas condiciones hacen del blog no solo una herramienta para compartir con otros sino un espacio de aprendizaje, ya que permite la creación, modificación y almacenamiento de materiales que (nos) irán mostrando nuestro propio progreso. Y con esa finalidad lo van a utilizar.
Cerramos este punto, con las palabras de Jiménez Ramírez y Rico Pérez[8]:
“[...] Lo importante es tener claro que los nuevos medios traen consigo nuevas formas de entender el proceso educativo. Por decirlo de otra forma, parece claro que la tecnología incorpora nuevos mensajes al revolucionar el medio; recordemos el apotegma de Marshall McLuhan: «el medio es el mensaje» y tenemos que ser muy conscientes de ello.
La sociedad a la que nos encaminamos cada vez más decididamente (al menos en el mundo más desarrollado), será muy «ajerarquizada»: crítica con las fuentes de la información, individualizada y reticular. Nuestra clase, como parte de esa sociedad, debe incorporar todas estas características en la medida en que podamos. El portafolio digital ayuda a impulsarla ya que, como forma de evaluar desplaza el foco al alumno [...]”.
2.5 Crear tu blog
La posibilidad de interacción que propone un blog, así como la de probar en borradores antes de publicar, de incorporar hipervinculaciones con otras páginas, la inserción de numerosos productos digitales (imágenes, videos, audio y muchas cosas más) y la facilidad en su construcción hacen que sea ideal para emprender un aprendizaje como el que están llevando adelante en esta instancia de capacitación.
Lo que sigue es crear un blog que será donde trabajarán. Para ello, por su sencillez y posibilidades de gestión, usaremos blogger.
Debido a que blogger es una de las utilidades que nos brinda Google, deberemos registrarnos con una cuenta gmail. Si ya tienen, no hará falta otra. Si no la tienen, será necesario que abran una y- por las dudas- les dejamos un tutorial.
Lo que sí va a ser importante es que su tutor/a pueda reconocerlos con su nombre y apellido. Ténganlo en cuenta al momento de registrarse porque para todos los servicios que da Google apareceremos con el que hayamos colocado para gmail. Y si ya tienen cuenta o se olvidaron y no cumple con lo que estamos solicitando, en el mismo blogpueden modificar eso.
Si quieren investigar antes de emprender la apertura de su nuevo blog, conviene que lean lo que la Ayuda Blogger ha preparado para sus usuarios. Si no, manos a la obra e ingresando a www.blogger.com, elijan la opción Nuevo blog. Solo deben seguir los pasos que la misma página indica; pero si no se sienten seguros y necesitan ayuda, pueden consultar alguno de los tantos materiales que otros usuarios han puesto a disposición.
Una vez que lo han abierto, lo que sigue es comenzar a personalizarlo con una foto para el perfil y a conocer qué funciones ofrece:
Al ingresar, lo que se ve es la ventana de trabajo, que solo es visible para un administrador.
Nos vamos a ocupar de la sección Diseño, que ofrece interesantes opciones, de las que vamos a considerar dos.
1.-Configurar cabecera
Desde Editar, se accede a una ventana emergente que permite incorporar algunos datos necesarios:
a.- Cambiar el título, si lo decidimos.b.- Hacer una descripción sobre el contenido general (Ej: Blog de trabajo de Pascual Pérez Amuchástegui, para el Módulo 1. Capacitación virtual SNTE).c.- Colocar una imagen para la cabecera del blog.
2.-Añadir un gadget
Un gadget es un dispositivo que brinda una función. Blogger ofrece varios, pero nos interesa ahora habilitar 
uno:
Deberán abrir el link Seguir por correo electrónico y reemplazar Follow by Email por Suscripción vía mail. Luego, guardar.
2.6 Publicar en tu blog (imágenes, textos, links)
Publicar es hacer público, ya lo sabemos. Es ofrecer a los navegantes un material que se ha considerado adecuado para compartir. Blogger (y en esto tenemos que ser cuidadosos) da dos opciones, una es la de publicar. La otra es borrador.
El borrador solo resulta visible para el administrador o su autor. Ningún navegante que visite el blog desde la vista pública podrá ver lo que está en borrador.
Con el material que sigue, los invitamos a que vean cómo hacer entradas(publicaciones)
Uno de los aspectos que conviene controlar siempre es el modo en que producimos una entrada, es decir, qué aspectos deberemos atender: Expresión clara, con ortografía adecuada son condiciones básicas siempre.
Una entrada en un blog no es lo mismo que una sesión de chat, pues son otros los objetivos y las lógicas que regulan su funcionamiento. En el chat o las alternativas que brindan los teléfonos móviles (Cf. Whatsapp, Line, Wiper) lo que se busca es la inmediatez, la espontaneidad y, debido a ello, no son extrañas la supresión de letras y/o palabras en conjunto con la fluida utilización de emoticonos.
Un texto académico, una nota periodística, una obra literaria tienen su modo de comunicación y hasta unos usos retóricos particulares¿Es aplicable esto a un blog? Sí y no debería ser la respuesta.
¿Por qué no?
Veamos lo que señala Felipe Zayas[9]:
“[...] ¿Hay normas escritas sobre cómo se ha de escribir en un blog? No, no las hay. Los blogueros tienen libertad absoluta sobre el estilo de sus artículos. Sin embargo, si se quiere que el blog sea leído, habrá que facilitar la lectura y procurar que la comunicación sea fluida [...]”.
¿Y por qué sí?
Porque no debemos olvidarnos que un blog no es un texto académico, sino una herramienta que busca establecer vínculo con sus lectores. En tal sentido, debe percibirse el estilo ameno, que busca la implicación de su visitante. Los textos impersonales y distantes no impulsan al diálogo por medio de los comentarios.
Faltan abordar otros puntos, y volveremos a los Consejos para escribir en tu blog, que da el mismo autor:
Algunos de estos consejos se refieren fundamentalmente al modo de representar los contenidos:
• Trata un solo asunto en cada artículo, y estructúralo en unos pocos párrafos.
• Usa listas (viñetas y numeraciones) para enumerar datos, hechos, ideas. La barra de herramientas del editor de textos te las proporciona.
• Recurre a la letra negrita para destacar determinadas palabras relacionadas con las ideas más importantes, pero no abuses de este recurso. (Como ves, en este apartado se está mostrando el uso de listas y de la letra negrita).
• Usa el botón blockquote ( “ ) cuando necesites introducir un fragmento de un texto procedente de otro sitio.
• Proporciona las fuentes de las informaciones y de las imágenes mediante enlaces (links) con los sitios de procedencia.
Otros consejos se refieren a lo que se dice y cómo se dice:
• Procura que los asuntos de los que tratas no se salgan demasiado del tema general de tu blog.
• Elige entre muy diferentes propósitos: informar, proporcionar ayuda, opinar, suscitar el debate, mantener el contacto con otros blogueros…
• Presenta las informaciones desde un punto de vista personal: comenta, valora, cuestiona…
• Ten en cuenta al lector: haz que se implique en lo que dices mediante preguntas, solicitud de su opinión, petición de ayuda, etc.
2.7 Bibliografía
- Barberà, Elena y otros (2003), Portfolio electrónico: desarrollo de competencias profesionales, en RUSC. Universities and Knowledge Society Journal [en linea] Vol. 3, Nro.2 (octubre).
[1] Emilia Ferreiro es Dra. en Educación y especialista en alfabetización. Académica titular del Cinvestav (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados) del Instituto Politécnico Nacional de México.
[2] Ferreiro, Emilia (2001) “Conferencia expuesta en las Sesiones Plenarias del 26 Congreso de la Unión Internacional de Editores. CINVESTAV-México, en Pasado y presente de los verbos leer y escribir, México, FCE.
[3] Los intensificadores a que hacemos referencia son elementos paratextuales que tienen la función de enfatizar algo que, oralmente, lo haría la voz.
[4] González Guerrero, K. y Rincón Caballero, Diego (2013) "El docente-prosumidor y el uso crítico de la web 2.0 en la educación superior", en: Colombia Sophia: Educación, Departamento de Comunicaciones, Mercadeo y Publicaciones, Universidad la Gran Colombia, v.9 fasc. N/A p.79 - 94
[5] Datos en bibliografía.
[6] Murillo Sancho, Gabriela (2012) "El portafolio como instrumento clave para la evaluación en educación superior", en Revista Electrónica Actualidades Investigativas en Educación, San Pedro de Montes de Oca, Universidad de Costa Rica, vol. 12, núm. 1, 2012, pp. 1-23
[7] Barberà, Elena (2005) "La evaluación de competencias complejas: la práctica del portafolio", en Educere, vol. 9, núm. 31, octubre-diciembre, Venezuela, Universidad de los Andes, pp. 497-504. Documento disponible en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1983767
[8] En oportunidad del XVIº Congreso internacional de ASELE (Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera), realizado en 2005
[9] Zayas, Felipe (2009) “Escribir en la Red”, documento on line disponible enhttp://www.leer.es/files/2009/05/090309_art_alum_ep_eso_escribir-en-la-red_fzayas.pdf
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