EL PENSAMIENTO
Extracto
Características generales
Para que el
hombre pueda resolver situaciones que son imposibles de resolver por medio de
la percepción directa de los objetos y fenómenos que lo rodean; es necesario
utilizar un medio directo y deducir conclusiones partiendo de los conocimientos
que se tienen. Esto es la actividad racional, que busca la solución a un
problema utilizando los conocimientos previamente adquiridos, recordando hechos
concretos. El pensamiento resuelve los problemas por caminos indirectos,
mediante conclusiones derivadas de los conocimientos que ya se tienen.
El
conocimiento de lo general es una premisa indispensable para cualquier
actividad con fin determinado. Todo el que planea alguna actividad tiene que
apoyarse en las leyes de la realidad y tenerlas en cuenta, las interprete bien
o mal. Si el hombre no conociera más que objetos y fenómenos aislados no podría
dominar la naturaleza y modificar la realidad.
El pensamiento es el reflejo generalizado de la realidad. La generalización se
efectúa por medio del lenguaje. El hombre, cuando separa lo general, lo
denomina con palabras y lo conecta con los objetos y fenómenos que tienen una
característica general. La palabra es señal de objetos diferentes, pero que, al
mismo tiempo, tienen entre sí algunas características generales. Esto es lo que
determina su situación como estímulo que lo abarca todo y que es
incomparablemente superior a todos los demás estímulos. El pensamiento es el
reflejo de la realidad por medio de la palabra. El pensamiento humano es un
pensamiento verbal. Marx decía: "el lenguaje es la realidad inmediata del
pensamiento".
Al
generalizar los objetos y fenómenos de la realidad por medio de la palabra, el
sujeto va más allá de las percepciones y de las sensaciones. Basándose en la
generalización, el sujeto tiene posibilidad de sacar conclusiones sobre aquello
que no percibe inmediatamente.
Aunque
en el proceso del pensamiento el hombre va más allá de la percepción, no altera
la realidad, sino que, por el contrario, la conoce con más profundidad y
exactitud. Al descubrir lo general que existe en los objetos y fenómenos conoce
lo fundamental para ellos, su esencia.
Aunque
el pensamiento va más allá que la percepción y la sensación, está ligado
inseparablemente al conocimiento sensorial, que es la fuente de origen
principal de los conocimientos sobre el mundo exterior. El conocimiento
sensorial es el origen y el punto de apoyo de la actividad racional. Es bien
conocido que el sujeto utiliza con frecuencia la percepción directa de los
objetos o su representación objetiva para resolver tareas de carácter
abstracto. También es muy conocido que las tareas racionales se facilitan
cuando se apoyan en modelos objetivos.
La
práctica es el origen de la actividad racional. Al mismo tiempo, la práctica
sirve de criterio de veracidad del pensamiento, igual que de las sensaciones y
percepciones. La práctica es también donde se utilizan los resultados de la
actividad racional. El pensamiento, antes de llegar a ser una forma especial de
actividad, una función mental independiente, está incluido en la actividad
práctica y se efectúa ligado inseparablemente a ellas.
El
pensamiento no siempre esta directamente ligada a la práctica, pero la práctica
humana es imposible sin el pensamiento.
El
pensamiento se puede definir como el reflejo generalizado de la realidad en el
cerebro humano, realizado por medio de la palabra, así como de los
conocimientos que ya se tienen y ligado estrechamente con el conocimiento
sensorial del mundo y con la actividad práctica de los hombres.
…
se podría decir que: pensamiento es un proceso complejo con múltiples facetas;
esencialmente internos (y quizá conductual) que implica representaciones
simbólicas, eventos y objetos no presentes en la realidad inmediata, pero
iniciado por algún evento externo (estímulo). Su función es generar y controlar
la conducta manifiesta.
Operaciones racionales.
A. El
análisis y la síntesis
El análisis y
la síntesis son las operaciones racionales fundamentales, toman parte en todo
pensamiento y están ligadas entre si inseparablemente en cualquier tipo de
actividad mental. El análisis y la síntesis ocupan un lugar especial entre
todas las operaciones mentales. Todo pensamiento es una función
analítico-sintética cerebral y está constituido por distintos grafos de
análisis y síntesis.
Se
diferencian dos tipos de análisis: el análisis consistente en la división
mental del todo en las partes que los constituyen, y el análisis que consiste
en la separación mental de signos aislados, cualidades o aspectos del todo.
Cualquier
actividad se puede dividir mentalmente en actividades u operaciones aisladas.
En
contraposición al análisis, la síntesis es la unificación, la reunión mental de
las partes de los objetos, o la combinación mental de sus síntomas, cualidades
y aspectos. También se diferencian dos tipos de síntesis: la que consiste en la
unificación mental de las partes de un todo y la que reúne distintos síntomas,
propiedades y aspectos de los objetos o fenómenos de la realidad.
El
análisis y la síntesis nacen de la actividad práctica, y conservan su conexión
con la actividad práctica incluso cuando ya se efectúan como operaciones del
pensamiento. La ejecución de actos prácticos con los objetos ayuda a la
división o unificación mental y es un punto de apoyo para el análisis y la
síntesis como operaciones del pensamiento.
Para la ejecución del análisis mental, que tiene por objeto dividir el todo en partes, es muy importante que antes se haya percibido aisladamente lo que es necesario separar del todo. Cuando es necesario reconstruir o representarse mentalmente cualquier mecanismo complicado, la operación es más fácil si con anterioridad hemos percibido este mecanismo en conjunto.
Para la ejecución del análisis mental, que tiene por objeto dividir el todo en partes, es muy importante que antes se haya percibido aisladamente lo que es necesario separar del todo. Cuando es necesario reconstruir o representarse mentalmente cualquier mecanismo complicado, la operación es más fácil si con anterioridad hemos percibido este mecanismo en conjunto.
B.
La comparación.
La comparación
siempre se hace en una relación determinada cualquiera: se comparan los objetos
y los fenómenos siempre por uno u otro aspecto o cualidad, por una u otra
particularidad. Para comparar dos o más cosas es necesario separar aspectos
determinados de ellas. Solamente separando unos aspectos de otros,
estableciendo cómo están representados en cada uno de los objetos que se
comparan. La comparación es imposible sin un análisis consecuente. El análisis es
una de las partes constituyentes e indispensables de la comparación.
La
comparación no se reduce a un análisis, con ella siempre se establece una
relación determinada entre los objetos o entre las cualidades o partes de
éstos. Por esto la comparación es, al mismo tiempo, una operación sintética, es
decir, que incluye en sí la síntesis como una de sus partes indispensables.
La
comparación es muy importante para el conocimiento de la realidad. El hombre,
solamente cuando compara los objetos y fenómenos, puede orientarse en el mundo
que lo rodea, puede reaccionar de la misma manera ante objetos semejantes y
actuar de forma distinta según la diferencia que hay entre ellos.
C.
La generalización y la sistematización.
La
generalización es la separación mental de lo general en los objetos y fenómenos
de la realidad y, basándose en ella, es su unificación mental. La comparación
de los objetos y fenómenos es una premisa indispensable para la generalización.
El hombre piensa sobre lo general, después de separarlo de lo particular, por medio de la palabra que lo expresa.
El hombre piensa sobre lo general, después de separarlo de lo particular, por medio de la palabra que lo expresa.
La
sistematización o clasificación de los objetos y fenómenos es su distribución
mental en grupos o subgrupos, según la semejanza y la diferencia que hay entre
ellas.
En las clasificaciones científicas se toman como base, para la división en grupos, los caracteres más esenciales de los objetos.
En las clasificaciones científicas se toman como base, para la división en grupos, los caracteres más esenciales de los objetos.
D.
La abstracción y la concreción.
La abstracción
está ligada inseparablemente a la palabra. Únicamente por medio de la palabra
se puede pensar algo haciendo caso omiso de la imagen total del objeto
determinado. Pavlov decía que las palabras representan una abstracción de la
realidad y permiten la generalización, que constituye el pensamiento superior específicamente
humano y personal.
La
concreción es el opuesto a la abstracción. Se concreta sobre lo particular que
corresponde a lo general determinado. En este caso no hacemos caso omiso de los
caracteres que existen en el objeto particular, sino que pensamos sobre él
dentro de la multitud de particularidades que le son peculiares. La concreción
de lo general permite comprenderlo mejor, relacionándolo con aquello que no es
dado en la experiencia sensorial. La concreción nos aproxima a lo que
percibimos por la experiencia sensorial, a lo que es más objetivo y más conocido.
E. La comprensión.
La compresión
se apoya en la conexión inseparable de lo abstracto y lo concreto, de lo
particular y de lo general, y no se puede alcanzar fuera de esta conexión.
Cuanto más amplias son las conexiones entre lo uno y lo otro, con más rapidez y facilidad se llega a la compresión.
Cuanto más amplias son las conexiones entre lo uno y lo otro, con más rapidez y facilidad se llega a la compresión.
Se
diferencian 2 tipos de compresión: la directa y la indirecta. La compresión
directa se realiza de pronto, inmediatamente, no exige ninguna operación mental
intermedia y se funde con la percepción. La compresión indirecta se desarrolla
de otra manera. En este caso las conexiones temporales se actualizan
gradualmente, y en el proceso de compresión intervienen varios eslabones intermedios,
es siempre un proceso que se desarrolla en el tiempo y tiene una serie de
etapas.
Desarrollo del pensamiento en los niños.
Los primeros
actos racionales se manifiestan en los primeros contactos del niño con los
objetos que tiene a su alrededor cuando despiertan su atención, y aunque
algunos de ellos no son conscientes, suponen una generalización de las
relaciones y conexiones correspondientes de los objetos y fenómenos reales.
Esta generalización al principio aún no es consiente, y sirve de base para que
resuelvan problemas prácticos, utilizando unos u otros medios para alcanzar los
fines que se han propuesto.
El
niño piensa al mismo tiempo que actúa. Así precisamente es como realiza toda su
actividad analítico-sintética.
Las
primeras abstracciones del niño también están inseparablemente ligadas a los
actos.
El
pensamiento infantil está estrechamente conectado con la percepción, con la
experiencia sensorial directa; esto se manifiesta de una manera más clara
cuanto menor es el niño. El niño piensa con imágenes objetivas, su pensamiento
es siempre concreto. Las generalizaciones a que él llega o que él asimila de
los adultos están aún estrechamente ligadas con las fuentes sensoriales de que
proceden y que le sirven de punto de apoyo.
Los primeros juicios del niño sobre la cantidad de objetos están ligados inseparablemente con sus cualidades perceptibles y sensoriales, como son el tamaño, forma y su situación en el espacio.
Los primeros juicios del niño sobre la cantidad de objetos están ligados inseparablemente con sus cualidades perceptibles y sensoriales, como son el tamaño, forma y su situación en el espacio.
Las
explicaciones y demostraciones que da el niño demuestran la relación estrecha
que para él existe entre lo general y la experiencia sensorial; sus
explicaciones también tienen un carácter concreto y objetivo, reduciéndose a
ejemplos de casos únicos que confirman lo que quieren demostrar.
En
la edad preescolar, el pensamiento tiene un marcado carácter concreto y
objetivo, conservando todavía una conexión muy estrecha con la actividad práctica.
Desarrollo del pensamiento.
Parte del
desarrollo del pensamiento está, desde luego, relacionado con la madurez
biológica; todos los diferentes sistemas corporales -sensorial, nervioso y
motor- están íntimamente implicados en la conducta y, por tanto, en el
pensamiento.
BIBLIOGRAFIA
Smirnov,
A. A.; Rubinstein, S. L.; Leontiev, A. N. y Tieplov, B. M. (1995). Características del pensamiento. En Psicología.
México, Edit. Grijalbo.
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