martes, 5 de agosto de 2014

ERNESTO "EL CHE" GUEVARA

ERNESTO "EL CHE" GUEVARA

un mirada a su vida y su obra pedagógica



con textos publicados por Jorge Manuel Castillo Cano en el periódico "El Noreste" de Poza Rica, Ver. en octubre 11 de 2011


"Dispara cobarde, después de todo vas a matar a un hombre"....


Ernesto Guevara de la Serna (1928-1967) mejor conocido como "El Ché Guevara", cabalga todavía en este Siglo XXI. Y del contexto general de su obra, nosotros, los que ejercemos la docencia hemos optado por su pedagogía revolucionaria, esencia de su mística y lucha social emprendida desde 1959 cuando se incorporó en aquel grupo de aventureros  que se dieron a la tarea de liberar al pueblo cubano en ese mismo año. Desde esa acción, sus ideas siguieron floreciendo, a pesar de su caída en combate aquel 8 de octubre de 1967 en Bolivia.
       
       Con esta breve semblanza me centro en su pedagogía revolucionaria, emanada de su posición como luchador social y que muchos investigadores como Freire, Apple, Giroux, y Mclaren han estudiado para trascender desde la pedagogía critica de la revolución donde el Che reconoce que el político es la fuente de la expansión capitalista mundial y se centra en el imperialismo. Percibe la subjetividad como factor determinante de la globalización y la lucha contra el capitalismo se vuelve en esencia una lucha para crear subjetividades resistentes por medio de una ideología critica y de una praxis contrahegemónica. Esta perspectiva política del Che evoca una imagen prometeica de los seres humanos luchando para cambiar su mundo.


       Esta es una vertiente para entender que la vida y el pensamiento del Che Guevara aporta elementos para fundar y creer en una pedagogía de la revolución que según Peter Mclaren intenta volver a comprometernos en una reflexión constante acerca de las relaciones sociales injustas dentro del capitalismo global, invitándonos a tomar una postura contra las crueles condiciones de vida resultantes de ellas. Está claro que al comprometernos como maestros, al ejercer la práctica docente con un enfoque pedagógico revolucionario, se puede empezar a crear la posibilidad de convertir al mundo en un lugar mejor. "La pedagogía revolucionaria es aún un desafío, un proceso constante abierto a la imaginación".


       Convertir este desafío en una acción real exige cambios radicales en el proceso de la formación docente. Se requiere formar un docente consciente de su función que tiene como educador social e intelectual transformativo. Maestros que desarrollen una comprensión intelectual de su profesión; que sean sensibles para reconocer los mecanismos de opresión y resistencia que ejercen los regímenes totalitarios.


     Urge, entonces, formar un educador con una categoría de intelectual transformativo, capaz de mantener un fuerte compromiso con el bienestar de cada estudiante; un maestro que trabaje por la democratización de las aulas, que recupere las ideas libertadoras del "El Che"considerado un maestro revolucionario y el maestro de la revolución. Preparar un docente comprometido para formar activistas políticos críticamente reflexivos que simpaticen y militen con los movimientos sociales que se generen en su comunidad, estado y país.

       Hay que recordar que el Che fue un luchador y guerrero posnacional que luchó a favor de los campesinos y los obreros del mundo. No tenía predilección hacia un país en especial,sino que  solo se identificaba con la lucha revolucionaria y por la libertad de los pueblos oprimidos y subyugados por el imperialismo.

       Por lo tanto, la pedagogía del Che Guevara emanada de su lucha y acción revolucionaria son una forma de marxismo práctico, contextualizado en nuestra realidad latinoamericana bajo el paradigma de la lucha de clases y con una perspectiva universal de la lucha anticapitalista. Corresponde a los que se consideran guevaristas no conformarse con divulgar que existe una democracia de baja intensidad que solo con una política social vinculada con los desposeídos se puede acelerar una transformación social... según Mclaren, los guevaristas no piden una fuerza revolucionaria acéfala, existe un liderazgo de vanguardia, pero es una vanguardia que fomenta el crecimiento y el desarrollo intelectuales desde abajo. Esta es la constante de la postura del Che Guevara, de formar al hombre nuevo con una nueva técnica y esta responsabilidad la tienen los maestros, pero solo podrá lograrse cuando en ellos exista el compromiso de entender que la lucha a favor de la educación se vincula frontalmente con las luchas que se gestan en el escenario mas amplio de la vida social y política. 


APORTACIONES DEL CHE GUEVARA A LA PEDAGOGÍA DE LA REVOLUCIÓN

Vie 8 octubre 2010... periódico el Noreste de poza Rica, Ver. Sección 7A

estudiar la obra y el pensamiento revolucionarios de Ernesto Guevara de la Sena (1928- 1967) permite rescatar de su ideario algunas aportaciones a lo que se denomina pedagogía de la de revolución, la cual surge de la acción y la lucha realizada por este gran hombre que, sin estudiar ciencias pedagógicas, toda su obra entraña una esencia llena de premisas educativas que inciden para el surgimiento de una nueva concepción pedagógica que a manera de propuesta se advierte en el contexto general de su obra revolucionaria y que tiene muchos seguidores como Freire, Apple, Giroux y Mclaren entre otros.

       Es una nueva alternativa de transformación social que surge ante la situación que priva en la situación actual, caracterizada por principios neo-liberales básicamente tecnocráticos que solo contribuyen a las perversiones de la globalización a la vez que es arrastrada por ellas. Este proyecto surge para emplear el conocimiento y la transformación como armas para cambiar el mundo.

       La carta que envia al Sr. Carlos Quijano del semanario "Marcha" de Montevideo, Uruguay escrita el 12 de marzo de 1965 conocida con el nombre de "El socialismo y el hombre en Cuba" destaca que formar hombres y mujeres con una disposición al sacrificio y a la consecución de ideales plenos; sostiene que para lograr esa transformación material y social de un país no basta con una conciencia productiva sino que es necesario que la escuela eduque y forme la conciencia moral de la futura generación. "Haremos el hombre del Siglo veintiuno nosotros mismos. Nos fijaremos en la acción cotidiana creando un hombre nuevo con una nueva técnica". 

       En esta carta invita a una reflexión necesaria que es el elemento importante del sistema educacional latinoamericano. Se refiere al proceso educativo que se lleva a cabo para la formación del hombre nuevo, donde la parte directiva la ejecuta la escuela; esta debe estrechar los lazos de trabajo con la familia y la comunidad como elemento en el cual descansa la educación del hombre. Toda tarea debe encaminarse a educar al hombre en cualquier lugar, pero también hay que enseñar al estudiante a autoeducarse; esto lo deja bien claro el Che cuando expresa: el proceso es doble, por un lado actúa la sociedad con su educación directa o indirecta; por otro lado el individuo se somete a un proceso de autoeducación.

       Se advierte aquí su preocupación de que  las universidades pudieran transformarse en focos activos para la acción revolucionaria, intentó convencer a los estudiantes de que se unieran a los planes de transformación del Estado. Así, para el Che, no había vida fuera de la revolución, y esa vida vivida en la práctica de la justicia y de la verdad se basaba en un amor a la humanidad viva. Manifiesta en su obra revolucionaria que el individuo produce a diario su deber social de trabajo. El hombre nuevo se forja dentro de una dialéctica de libertad y de sacrificio, de deber moral y de necesidad revolucionaria y de las virtudes elevadas del carácter - una nueva tecnología moral - y la imperfección del espíritu humano. esta imperfección del espíritu humano es la que permite la formación continua del nuevo hombre que cabalga en este controvertido siglo veintiuno. la revolución se hace a través del hombre, pero el hombre debe forjar día a día su espíritu revolucionario decía atinadamente el Che.

       No hay necesidad de buscar más referencias relacionadas con la educación y la enseñanza para aseverar que su obra entraña una pedagogía de la revolución. Su rasgo característico estriba en considerarse de una manera más productiva si se le mira en relación con la formación en la que él fue capaz de asignarle un lugar a sus enseñanzas marxistas en el proyecto de mayor amplitud, de la acción militar de la guerrilla. Hay una percepción en la pedagogía revolucionaria de Ernesto Che Guevara que va más allá de la sumisión; al contrario, es pertinaz y combativa. Su fundamento descansa, ante todo, en que fue un maestro revolucionario y un maestro de la revolución, fue un ejemplar pedagogo internacionalista de la práctica revolucionaria.

       Por lo tanto, las ideas pedagógicas del Che Guevara están inscritas en un marco de esperanza y de lucha, hace falta que los maestros hagan vibrar su ethos revolucionario a través de la transformación de la docencia en un elemento de autoridad democrática anti-autoritaria fundado en una pedagogía critica comprometida con la formación de activistas políticos criticamente reflexivos comprometidos con la lucha por la justicia social,  económica y la igualdad dentro y fuera del aula. Además de fomentar en las escuelas culturas que sean democráticas, igualitarias, de colaboración y colegiadas, reemplazando la cultura brutal, verticalista por otra mas abierta y democrática. La pedagogía revolucionaria es entonces la orientación filosófica de las prácticas de enseñanza que ayuda a conseguir la justicia social y cultural. Es un modo específico de entender a la docencia en relación con las fuerzas sociales, culturales y productivas que nos rodean.

Fin

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