AMBIENTES DE AULA POCO FAVORECEDORES
Tomado de Coordinación Sectorial de Desarrollo Académico de la Subsecretaría de Educación Media Superior. COSDAC-SEMS. (mayo, 2016). Módulo 3 del curso Observar para Aprender. Prácticas docentes en el aula. consultado en http://cid7.formaciondocenteydirectiva.sems.gob.mx/fc1/course/view.php?id=27§ion=8
complementado con extractos del documento de
Mena, Isidora y Valdez Ana María (2008) Clima Social en el Aula. Documento "Valoras UC" consultado en http://ww2.educarchile.cl/UserFiles/P0001/File/clima_social_escolar.pdf
y se vincula fuertemente al artículo "Ambiente de Aula" publicado en http://mirelesespacioeducativo.blogspot.mx/2016/05/vinculo-emocional-ambiente-de-aula.html
¿QUÉ SON LOS AMBIENTES DE AULA POCO FAVORECEDORES?
- Un ambiente poco favorecedor del aprendizaje en un salón de clase sucede cuando existe un nivel considerable de hostilidad entre los docentes y los estudiantes así como entre los estudiantes.
- Lo que pasa dentro del salón de clases puede generar en los docentes momentos de irritabilidad o enojo. Esto se podría reflejar, por ejemplo, en la utilización de un tono de voz demasiado severo que podría interpretarse como un afecto negativo. Además de expresiones evidentes como gritos, amenazas o incluso en un caso extremo agresiones físicas; este afecto negativo se podría observar también en actitudes como el sarcasmo o la utilización de lenguaje provocador.
- Para minimizar los riesgos de tener un ambiente poco favorecedor para el aprendizaje, es importante que el docente identifique y sea consciente de aquellas situaciones que le pueden detonar actitudes negativas y evitar las reacciones que obstaculicen el aprendizaje de los estudiantes.
- También es importante que el docente intervenga ante situaciones de conflicto entre los estudiantes, ya que el clima negativo que se genera entre ellos es igualmente un factor que impide el desarrollo, no solo de los estudiantes que presentan la conducta problemática, sino de todo el grupo en su conjunto.
¿CÓMO SE VEN LOS AMBIENTES DE AULA POCO FAVORECEDORES
Afectos
negativos
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Control punitivo
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Falta de respeto
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§ Negatividad
escalada o sin motivo.
§ Agresiones
físicas.
§ Voz áspera y
severa.
§ Enojo o
irritabilidad.
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§ Castigos severos
y\o control físico.
§ Amenazas.
§ Gritos.
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§ Lenguaje o
comentario retador, discriminador, excluyente o despectivo.
§ Humillaciones o
uso de sarcasmo
§ Burlas, bullying
o acoso.
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EJEMPLOS
RELACIONADOS CON AMBIENTES DE AULA POCO FAVORECEDORES
ALTO
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BAJO
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§ Después de terminar de revisar los
resultados del examen rápido en el que los alumnos sacaron bajas
calificaciones, el docente se encuentra claramente irritado. Toma un momento
para calmarse y comenta con los estudiantes. “Disculpen si me vieron molesto
pero es que tenía altas expectativas de este examen, espero que para el
siguiente nos pueda ir mejor”.
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§ Después de entregar los resultados
de un ejercicio el docente dice: “me parece na vergüenza que ninguno e
ustedes haya sacado las cinco respuestas correctas.
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§ Al terminar la clase la docente se
acerca a dos estudiantes que entraron tarde a clase y les pregunta las
razones de su impuntualidad; les explica que es una conducta que no se debe
repetir en su clase y les pide su compromiso para ser puntuales.
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§ Un par de estudiantes entran tarde
a la clase. La docente les dice con voz fuerte: “es la última vez que tolero
una impuntualidad”.
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§ Al percatarse de un episodio de
burla el profesor detiene la clase y hace un comentario enérgico pero
respetuoso en contra de ese tipo de actitudes dentro y fuera del salón de
clase.
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§ Durante la clase, un grupo de
estudiantes se bura de la ropa que lleva puesta una compañera. El docente se
rie junto con los estudiantes.
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A continuación se incluyen extractos del documento "Clima social escolar" que complementan - y explican con suficiencia - las características y consecuencias de un clima de aula poco favorecedor del aprendizaje. el documento completo se puede consultar en el inserto o bien en el vínculo siguiente: http://ww2.educarchile.cl/UserFiles/P0001/File/clima_social_escolar.pdf
Clima social escolar from mirelesrafael8490
… El clima escolar no necesariamente
es una representación homogénea para toda la institución. El estudio del clima
escolar puede estar centrado en los procesos que ocurren en algún
“microespacio” escolar, como el aula o en el ambiente organizacional general vivido
por profesores y directores.
Características del Clima Social Escolar (positivo)
El clima de una organización nunca
es neutro, siempre impacta, ya sea actuando como favorecedor u obstaculizador
del logro de los propósitos institucionales. En términos generales, los climas
escolares positivos o favorecedores del desarrollo personal son aquellos en que
se facilita el aprendizaje de todos quienes lo integran; los miembros del
sistema se sienten agradados y tienen la posibilidad de desarrollarse como
personas, lo que se traduce en una sensación de bienestar general, sensación de
confianza en las propias habilidades, creencia de la relevancia de lo que se
aprende o en la forma en que se enseña, identificación con la institución,
interacción positiva entre pares y con los demás actores. Los estudiantes se
sienten protegidos, acompañados, seguros y queridos (Arón y Milicic, 1999;
Milicic, 2001; Bris, 2000; Fundación Chile Unido, 2002 entre otros).
Estudios
realizados por Howard y colaboradores (1987, cit. en Arón y Milicic, 1999,
p.32), caracterizan las escuelas con Clima Social positivo como aquellas donde
existe:
§ Conocimiento
continuo, académico y social:
los profesores y alumnos tienen condiciones que les permiten mejorar en forma
significativa sus habilidades, conocimiento académico, social y personal.
§ Respeto: los profesores y alumnos tienen la
sensación de que prevalece una atmósfera de respeto mutuo en la escuela
§ Confianza: se cree que lo que el otro hace
está bien y lo que dice es verdad.
§ Moral
alta: profesores y
alumnos se sienten bien con lo que está sucede en la escuela. Hay deseos de
cumplir con las tareas asignadas y las personas tienen autodisciplina.
§ Cohesión: la escuela ejerce un alto nivel de
atracción sobre sus miembros, prevaleciendo un espíritu de cuerpo y sentido de
pertenencia al sistema.
§ Oportunidad
de input: los
miembros de la institución tienen la posibilidad de involucrarse en las
decisiones de la escuela en la medida en que aportan ideas y éstas son tomadas
en cuenta.
§ Renovación: la escuela es capaz de crecer,
desarrollarse y cambiar.
§ Cuidado: existe una atmósfera de tipo
familiar, en que los profesores se preocupan y se focalizan en las necesidades
de los estudiantes junto con trabajar de manera cooperativa en el marco de una
organización bien manejada.
A lo anterior, Arón y Milicic (1999)
agregan:
§ Reconocimiento
y valoración: por
sobre las críticas y el castigo
§ Ambiente
físico apropiado
§ Realización
de actividades variadas y entretenidas
§ Comunicación
respetuosa: entre
los actores del sistema educativo prevalece la tendencia a escucharse y
valorarse mutuamente, una preocupación y sensibilidad por las necesidades de
los demás, apoyo emocional y resolución de conflictos no violenta.
§ Cohesión
en cuerpo docente: espíritu
de equipo en un medio de trabajo entusiasta, agradable, desafiante y con
compromiso por desarrollar relaciones positivas con los padres y alumnos.
CLIMAS ESCOLARES NEGATIVOS \ ambientes negativos
Por el contrario, los climas
escolares negativos u obstaculizadores del desarrollo de los actores de la
comunidad educativa, generan estrés, irritación, desgano, depresión, falta de
interés y una sensación de agotamiento físico (Arón y Milicic, 1999).
Desde la
perspectiva de los profesores, un clima negativo desvía la atención de los
docentes y directivos, es una fuente de desmotivación, disminuye el compromiso
de éstos con la escuela y las ganas de trabajar, genera desesperanza en cuanto
a lo que puede ser logrado e impide una visión de futuro de la escuela
(Raczynski y Muñoz, 2005). En los estudiantes un clima negativo puede generar
apatía por la escuela, temor al castigo y a la equivocación (Ascorra, Arias
& Graff, 2003). Además estos climas vuelven invisibles los aspectos
positivos, por lo tanto, provocan una percepción sesgada que amplifica los
aspectos negativos, volviéndose las interacciones cada vez más estresantes e
interfiriéndose una resolución de conflictos constructiva (Arón y Milicic, 1999
b).
En una
escuela en la que existe un clima social negativo, personas envueltas en
microclimas positivos pueden verse protegidas por ellos. Por ejemplo, en una
escuela donde existe un clima laboral negativo con continuos problemas
interpersonales y diferencias con el director, algunos profesores pueden tener
un grupo con un clima diferente que les permite amortiguar el efecto adverso de
un clima laboral disarmónico.
Los
estudios muestran que cuando los docentes perciben un clima negativo, éste
desvía su atención de los propósitos de la institución, es una fuente de
desmotivación, disminuye el compromiso con la escuela y las ganas de trabajar,
genera desesperanza en cuanto a lo que puede ser logrado e impide una visión de
futuro de la escuela (Raczynski & Muñoz, 2005).
Desde la
mirada de los profesores, una escuela con un clima negativo se caracteriza por
ser un lugar donde el docente se aburre, se siente sobre-exigido, pasado a
llevar, donde no se ofrece autonomía, hay muchas tensiones, no hay espacio para
la convivencia, las condiciones de infraestructura son deficientes y sentidas
como indignas, no hay forma de expresar los malestares, los conflictos se
resuelven de forma autoritaria o no se resuelven, hay violencia en las
relaciones, se siente que otros son maltratados y que no se pueden defender, se
siente poco valorado y poco reconocido, hay un liderazgo vertical o poco
participativo, se siente atemorizado o inseguro (Arón & Milicic, 2000). La
percepción de tal clima, favorece en los profesores el sentirse sometidos a
particulares condiciones de estrés, siendo frecuentes los riesgos de desgaste
profesional.
Por el
contrario, un buen clima da cuenta de una escuela donde el profesor se siente
acogido, motivado, donde tiene posibilidades de participar, existe un sentido
de pertenencia, se recibe soporte emocional frente a los problemas, se permite
aflorar lo mejor de sí, se puede crecer personalmente, se siente valorado y
reconocido, se siente que tiene oportunidades, se entretiene con lo que hace,
las personas con las que se trabajan son consideradas significativas, siente
que el humor es una parte importante de la cotidianeidad, siente que puede
crear y hacer proyectos, donde le gusta trabajar (Op cit).
Un
estudio realizado por Corvalán (2005) revela una serie de factores que generan
malestar en los docentes, incidiendo directamente sobre su desempeño y salud.
Respecto al contexto en que desempeñan su labor, existe una tensión asociada a
la percepción de un cambio social sobre la función que desarrollan, generando
incertidumbre respecto a las expectativas sociales puestas en ellos.
En cuanto a los factores asociados a la vida cotidiana en las escuelas, referidos como generadores de licencias por diagnósticos asociados a la salud mental, los profesores mencionan dificultades respecto a las relaciones interpersonales con docentes, alumnos y apoderados (administradores); las condiciones laborales, señalando el alto número de alumnos por curso y la inadecuación de los espacios físicos, junto con el manejo de situaciones conflictivas.
FIN DEL ARTICULO
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