miércoles, 24 de febrero de 2016

LA AVENTURA TÉCNICA

La aventura técnica.

Rougemont, Denis de. “La aventura técnica” en: La aventura occidental del hombre”. Sur. Buenos Aires. 1988. Pp 133-156. Antología pp 128-140.

Comentario.

El texto de Rougemont aborda las creencias del hombre mezcladas con la rzón, cuestiona la posibilidad de que la civilización occidental se haya "contaminado" con la oriental a raíz del vuelo trasatlántico de Lindberg y como ese hecho histórico puede ser punto de partida para el análisis de los efectos de la técnica en la vida del hombre. 

El autor refiere que la irrupción de la técnica en la vida de las personas aunque ha tenido expresiones de rechazo ha sido mayormente bienvenida.

En un apartado posterior Rougemont sitúa la prehistoria de la técnica desde los inicios de la humanidad hasta finales del siglo XVIII punto en el que inicia la historia de la técnica con la aparición de las máquinas, el uso científico de la química y la aparición de la electricidad, la posterior aparición y evolución de la electrónica y la energía nuclear. En la prehistoria las explicaciones sobre los fenómenos naturales estaban llenas de magia y en ellas predominaba la fuerza de la naturaleza, fuerzas que paulatinamente fueron seducidas y sometidas por el hombre. 

El hombre fue - en sus inicios -   un objeto de la naturaleza, luego invirtió la relación y la convirtió en su objeto, manipuló irracionalmente su abundancia y cuando se dió cuenta de sus errores encaminó su pensamiento hacia un dios como algo semejante a un bien, un dios bueno, justo, perfecto e inmortal hacedor de la naturaleza en el que pudiera refugiarse. 

La historia de la invención -dice el autor- no es la de las necesidades que pudieron haber existido antes de ellas. Su lógica no es la de la utilidad sino la del juego. Hablar de juego significa "fijar las reglas". Lo que había de ser mantenido con celoso cuidado era el sistema de convenciones sagradas entre el hombre y las fuerzas naturales. 

Avanza luego en la historia hasta el siglo XX en el que la naturaleza esta siendo domesticada por la técnica; el hombre ha encontrado la manera de "beneficiarse" modificándola, puede prevenir el hambre -que paradojicamente ha aumentado a niveles de hambrunas - sus máquinas pueden controlar la temperatura de lugares cerrados - y de nuevo la paradoja del aumento en el calentamiento global con las consecuencias que ya conocemos , ha creado lluvia artificial con la que no ha podido terminar con las sequías que empobrecen la fertilidad ni apagan los incendios y aunque ha creado vacunas para erradicar enfermedades también es cierto que han aparecido nuevas enfermedades que aún escapan al control del hombre; hay mucho en la naturaleza que ha sido domesticado o vencido;: el tiempo, las comunicaciones, el transporte, los alimentos, las especies animales... pero las inundaciones los tifones y  los terremotos siguen siendo libres y ocasionalmente reclaman al hombre su irracional proceder. 

El conocimiento contemplativo y el deseo de conocimiento transformativo constituyen las dos fuentes del avance técnico y confluyen en el gran mito de la Edad Moderna.

en un capítulo al que denomina retorno al eje Rougemont comenta que una vez que el hombre ha visto y sufrido las consecuencias desastrosas de sus acciones sobre la naturaleza, entonces busca redireccionarlos a partir de la espiritualidad: "los esfuerzos para someter la naturaleza a su voluntad y sus deseos serán benéficos si proceden del divino esfuerzo" sin embargo sigue siendo una relación de sometimiento y explotación que - por si misma - es perjudicial. 

La técnica como creación del hombre no puede volverse independiente de manera que las creaciones deben estar a su servicio, el hombre no debe volverse dependiente de sus creaciones como ya lo es respecto al teléfono, el auto y otros instrumentos electrónicos sin los que su vida parece carecer de sentido. 

El problema real, continua Rougemont, es que actualmente el progreso de la técnica devuelve el campo a los habitantes de la ciudad tanto a los trabajadores manuales como oficinescos y profesionales. La técnica ha hecho mas por acercar al hombre a la naturaleza que lo que han hecho las teorías del retorno a la naturaleza que condenan la técnica. La evolución en la dirección hacia las sociedades cerradas se parece a todo lo mas inevitable que está aconteciendo ante nuestros propios ojos, desde casi medio siglo. Anteriormente se ha visto como la técnica no contribuye por sí misma a ello, pero sí por cierto empleo que el hombre hace de la técnica. 

Un hombre que pierde el sentido de los fines últimos de su existencia y deja de desearlos está destinado a ponerse a hablar de las exigencias de la técnica. Solo entonces la técnica se convierte en un peligro auténtico, no por cierto la técnica por si misma sino el hombre que habla de ese modo. El objetivo práctico consiste en retener el poder o en dominar el mercado, sin que uno se deje ya guiar por la incierta y sospechosa finalidad de de los deseos humanos. 

El cuestionar la técnica el sueño alquimista de convertir en oro todo lo que se toque; esta queda reducida a los únicos e inmediatos motivos del beneficio y bienestar. Privada de objetivos a largo plazo, no puede sino quedar encerrada dentro de la moral corriente, así como de sus leyes abstractas o usuales. Pero la moral individual no tiene asidero en un carácter distintivo y queda modificada al nivel de los mitos colectivos. 


La única técnica que merece la pena dominarse es la que uno mismo inventa.
Jean Cocteau.

Fin del artículo.

        


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